Qué es la apatía

La apatía es un estado emocional caracterizado por la falta de motivación y pérdida de interés por aquello que nos rodea. Se trata de un trastorno de la afectividad en el que la persona se siente sumida en un estado de desesperanza e indiferencia, falta de perseverancia, impasibilidad de ánimo y una alteración en su capacidad de expresión afectiva ante los estímulos que que existen a su alrededor.

A lo largo de nuestras vidas todos podemos pasar por momentos con la sensación de tener un bajo estado de ánimo. Pero cuando este sentimiento deja de ser puntual y pasajero y se cronifica, se convierte en una condición que no nos deja actuar con normalidad. Cuando estamos apáticos no ponemos suficientes esfuerzos en organizar nuestras actividades diarias, nos cuesta encontrar la motivación para hacer las cosas que solíamos disfrutar antes y no tenemos ganas de aprender cosas nuevas, conocer gente o vivir experiencias diferentes a las habituales. La apatía nos lleva a cancelar planes, al aislamiento y a construir a nuestro alrededor una burbuja invisible protectora que, en realidad, nos impide vivir tal y como queremos.

A esa pérdida de capacidad de esfuerzo e iniciativa se añade una cierta desconexión entre los sucesos que acontecen y las emociones que experimentamos lo que retroalimenta la desmotivación de la persona afectada. Cuando la apatía se presenta con un alto nivel de intensidad, disminuye la voluntad y energía para actuar, la capacidad de tomar decisiones y de realizar tareas básicas o habituales pudiéndose transformar en abulia.

La apatía puede encontrarse de forma primaria como síndrome sin que exista necesariamente un trastorno asociado. Pero, por norma general, es considerado un síntoma indicativo de otros trastornos tanto mentales como físicos.

Síntomas

Las principales características de la apatía son la falta de interés y motivación acompañada por un bajo tono emocional, desesperanza y falta de perseverancia. Los síntomas que se presentan pueden ser a distintos niveles.

A nivel conductual
El nivel de actividad y el esfuerzo se ven sensiblemente reducidos. Se observa una falta de interés por todo lo que rodea a la persona, así como una pérdida de constancia e iniciativa para realizar cualquier tipo de tarea. El rendimiento se ve reducido y esto puede afectar en el trabajo y los estudios. En general, las conductas se vuelven mecánicas y se hace a menudo necesario el apoyo de otras personas para llevar a cabo las actividades.

A nivel cognitivo
En los casos de apatía la persona vive con pesimismo y desmotivación al pensar que no merece la pena tratar de luchar por mejorar las cosas y pensar en el futuro. La actividad intelectual disminuye ya que no hay una motivación o interés que genere la necesidad de explorar o conocer cosas nuevas. Existe un bloqueo a la hora de saber por dónde empezar cualquier acción.

A nivel emocional
El desinterés generalizado y el desánimo van asociados a una gran desmotivación. Las emociones están aplanadas, es decir, tanto los sentimientos positivos como los negativos pierden fuerza y se entra en una especie de aletargamiento.

A nivel fisiológico
La apatía hace que la persona se sienta agotada, más pesada, cada acción que ha de emprender le supone un gran esfuerzo. Carece de la suficiente energía y los momentos de descanso no son suficientes para reponer las fuerzas.

Causas

La apatía puede tener su origen en diferentes tipos de causas y orígenes:

¿Cómo afrontarlo?

El abordaje de los síntomas de apatía dependerá en gran medida de los aspectos o trastornos que lo causen. Sin embargo, a nivel general se pueden establecer diferentes estrategias tanto a nivel de terapia psicológica como de cambios en el estilo de vida.

Intervenciones compensatorias
Participación en actividades que impliquen iniciativa, establecer metas bien definidas y a corto plazo, tareas seleccionadas a la medida de cada persona, introducción progresiva de nuevas experiencias que aporten novedad y emoción a la vida diaria, etc.

Estilo de vida saludable
Adecuar el estilo de vida puede resultar de gran ayuda para mejorar la sintomatología. Tanto el control de la alimentación para suplir posibles déficits nutricionales como el ejercicio físico por la capacidad de generar endorfinas pueden aportar importantes beneficios.

Apoyo social
El refuerzo a través de la relación con el entorno supone una gran ayuda para superar o mejorar los estados de apatía.

Terapia psicológica y tratamiento farmacológico
El abordaje de la apatía puede requerir la intervención de profesionales médicos que, a través de intervención terapéutica y el apoyo de diferentes opciones de fármacos ansiolíticos, adaptados a cada paciente y bajo supervisión y seguimiento del especialista, pueden contribuir a la mejora del estado del paciente.