Tiempo de lectura estimado: 3 minutos 

Este último año el COVID ha sacudido nuestras vidas.

Desde la manera en la que nos movemos y cómo actuamos, hasta nuestra forma de pensar.

La mayoría de nosotros nos hemos bajado de una rutina frenética entre planes, trabajo y familia para parar a pensar y meditar.

La meditación es una herramienta esencial para aumentar la inteligencia emocional, transformar emociones y alcanzar un estado de paz y concentración. 

Por eso ahora que poco a poco estamos volviendo a la “normalidad” no deberíamos de perder uno de los aprendizajes  que obtuvimos durante el confinamiento, por eso hoy vamos a hablar de cómo la meditación nos puede ayudar para adaptarnos a esta nueva normalidad.

 La meditación como herramienta de adaptación al cambio

Lo que era la normalidad implicaba una rutina, algo que llevaba tiempo haciéndose de una misma forma. Ahora mismo nos encontramos con la “nueva normalidad” diferente a lo normal que implica cambio, adaptación e incertidumbre.

Por eso mismo esta práctica puede ser muy útil para aprender a sostener la incertidumbre y ayudarnos a adaptarnos a esta nueva realidad:

Antes que nada necesitamos ser conscientes de tres puntos:

  1. Entender cómo son tus recursos internos para saber cómo sostienes la incertidumbre y saber si eres capaz de soltar el control.
  2. El ser humano necesita enfocarse en el futuro, dar un sentido a la vida. Es importante hacer un ejercicio de proyección, saber plantearnos planes a corto plazo,mirar y planificar el futuro inmediato pero vivir en el presente. El aquí y el ahora nos va permitir adaptarnos mejor a los cambios.
  3. El ritmo, cada uno de nosotros tiene sus propios ritmos. Así que debemos ser conscientes de nuestro propio proceso de adaptación para poder gestionarlo a nuestra manera.

Una vez somos conscientes de nuestros recursos, qué es el que queremos a corto plazo y nuestro ritmo necesitamos encontrar nuestro espacio:

Tomar asiento, cerrar los ojos, relajarnos y escuchar nuestra respiración.

Pregúntate: ¿qué es lo que he aprendido de mí mismo durante este tiempo? Visualízate en un futuro cercano y vuélvete a preguntar ¿Cuál es el primer paso que puedo dar hoy mismo en esa dirección?

No podemos darte las respuestas a estas dos preguntas ya que cada uno de nosotros es distinto y tiene sus propios objetivos, pero sí que sabemos que ahora es el momento de enfocar nuestra vidas hacia una manera de vivir que tenga más sentido para nosotros y la meditación puede ser un buen recurso para ello. ¡Aprovéchalo!