Un mes más, sumamos un nuevo manjar al monográfico de alimentos ricos en triptófano. Como siempre, no solo te diremos cuáles son sus propiedades y por qué debes incluirlo en tu alimentación, sino que también te daremos algunas ideas sobre cómo prepararlo de forma fácil y rápida.

En este caso hemos elegido el queso. Un alimento que, solo con olerlo, puede provocar tanto rechazo en algunas personas como una enorme atracción en otras. Eso sí, te guste más fuerte o te guste solo el queso fresco, la mayoría de  quesos son excelentes alimentos llenos de nutrientes. ¿Conoces sus propiedades? ¡Atento!

Nutrientes del queso

  • Es una fuente de triptófano, por lo que nos ayuda a generar serotonina, conocida como la hormona de la felicidad.
  • Es rico en aminoácidos, ácido fólico y vitaminas del grupo B, entre otros. Gracias a todos estos aportes, tiene muchos beneficios para nuestra salud.
  • También es una de las principales fuentes de calcio, lo que se traduce en un efecto positivo contra la osteoporosis y otras enfermedades de los huesos. Por este motivo, también reduce la placa bacteriana, estimula la producción de saliva y limpia la boca.
  • Ayuda a fortalecer nuestro sistema inmunológico.
  • Además, es muy rico en proteínas, por lo que es un alimento ideal para deportistas al ayudar a formar y recuperar la masa muscular.

Aún así, debemos saber que ¡no todos los quesos son iguales! Por ejemplo, los quesos duros tienen un mayor contenido de calcio y fósforo, mientras que el queso blando es más rico en vitaminas del grupo B y el queso crema es más rico en vitaminas A, ¿lo sabías?

Los quesos duros tienen un mayor contenido de calcio y fósforo, mientras que el queso blando es más rico en vitaminas del grupo B y el queso crema es más rico en vitaminas A.

Recetas con queso

El queso es un alimento que puede incluirse en casi todas las comidas y siempre queda bien: fresco, en dados, gratinado, fundido, solo para picar… ¡de cualquier forma! No todos los quesos tienen los nutrientes mencionados arriba, así que asegúrate de tomar quesos naturales (cuanto menos procesados, mejor) y de buena calidad.

Los quesos duros suelen tener mayor cantidad de grasas, por lo que, en este post, os daremos un par de recetas muy sencillas con queso crema y con queso tierno. ¿Empezamos?

Desayuno: Tostada de aguacate, salmón y  queso de cabra

Algo sencillo pero que te llenará de energía desde el primer momento del día y que conjuga tres alimentos llenos de triptófano: el queso, el aguacate y el salmón ¿Los ingredientes? A continuación:

  • Un par de rebanadas de pan integral o de semillas
  • Un aguacate
  • Salmon ahumado
  • Queso de cabra suave
  • Aceite de oliva

Primero tostaremos las rebanadas de pan, sobre las que podemos poner un pelín de aceite virgen extra. A continuación, extendemos un aguacate hecho puré – simplemente aplastarlo un poquito con el tenedor añadiendo unas gotitas de limón- y, sobre ello, agregamos un poco de salmón ahumado y  las rodajitas de queso de cabra.

Por último, podemos sazonarlo con alguna especia como la albahaca. Pruébalo, pero te avisamos de que es ¡irresistible!

Además de esto, como opcional, puedes personalizarlo ¡como quieras! Algunos ingredientes que también quedan genial para alternar podrían ser pollo ahumado, rúcula, brotes de soja, semillas o pipas, tomate a rodajas, o rábano en rodajas ¡entre muchísimos otros!

Comida: Ensalada Caprese

Esta ensalada es una de las más míticas y presente en los menús de muchos restaurantes. ¿Por qué? Es fresca, ligera, rica en nutrientes y, la verdad ¡está buenísima! Te dejamos los ingredientes a continuación:

  • 4 tomates
  • 2 mozzarellas frescas enteras
  • Albahaca fresca
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Opcional: olivas negras y vinagre de Módena

Primero lavamos y cortamos los tomates en rodajas, con forma de media luna. De la misma forma, cortaremos también la mozzarella de búfala y emplataremos ambos alternándolos en el plato en forma circular. Es decir, colocaremos una rodaja de tomate y otra de mozzarella, de forma simultánea, una tras otras, hasta formar un círculo en el plato. Rellenaremos el centro de la misma forma.

A esto, añadiremos un chorro de aceite de oliva virgen extra y hojas de albahaca fresca, al gusto. Si también te gustan, puedes añadir olivas negras, sin hueso, y un poco de vinagre de Módena o balsámico, ¡ambos quedan genial!

Como ves, son dos recetas bastante sencillas, pero llenas de sabor y de nutrientes como el triptófano que, a nosotros, ¡nos encantan! Recuerda que también tienes recetas con nueces, salmón, huevo y plátano, entre otros o, si prefieres salir a comer fuera, nuestras chicas de EatBiotiful nos hicieron una lista con 3 restaurantes ¡súper sanos y súper ricos!

¿Y a ti? ¿Cómo te gusta comer el queso?